La historia de Colombia parece repetirse en forma de cíclica violencia, apenas han pasado nueve meses desde que se cumplieran 10 años de la masacre de San José de Apartadó -corregimiento del departamento de Antioquia- y hoy los habitantes de la población se encuentran cercados nuevamente por el miedo y las autodefensas.

Así lo denuncia la Asociación Campesina de San José de Apartadó (Acasa) que emitió el pasado 3 de noviembre un comunicado que, más que un boletín informativo, es una petición de socorro ante las autoridades y los medios. "Desde principios del mes de octubre y hasta la actualidad se viene desplegando una operación paramilitar con grandes demostraciones de presencia armada en varias veredas del corregimiento", asegura la Asociación que, además, incluye en su comunicado la preocupante denuncia de que el Ejército Nacional está consciente de los movimientos que realizan estos grupos irregulares en el área.

La situación ha llegado a tal punto de alarma que los campesinos de la vereda La Esperanza han tenido que abandonar sus casas y refugiarse en la escuela de la población desde el 1 de noviembre, ante el temor de que los fantasmas del conflicto armado colombiano vuelvan a teñir de sangre sus tierras. Serían al menos 151 habitantes los que se han desplazado entre los que se cuentan "42 menores de edad entre los 0 y 14 años (18 niños y 24 niñas), 85 personas entre los 14 y 55 años de edad (40 hombres y 45 mujeres), 22 ancianos (10 hombres y 12 mujeres), una persona discapacitada y una mujer embarazada".

Según señala la comunidad del corregimiento, los miembros del grupo irregular se identifican a sí mismos como 'Autodefensas Gaitanistas de Colombia', un grupo paramilitar supuestamente desaparecido que, según denuncias de expertos reflejadas en medios nacionales, funcionaría como la fachada política de la banda criminal 'Los Urabeños', uno de los principales grupos narcotraficantes del país.

José René Jaramillo, miembro del Comité de Paz de la comunidad, denunció ante Zona Cero que, desde el funesto febrero de 2005 en el que paramilitares del bloque Heroes de Tolová asesinaron a ocho personas en el corregimiento, la presencia de las autodefensas nunca ha desaparecido. "La presencia de estos grupos en la zona nunca se ha ido, aproximadamente desde el año 2010 nosotros estamos denunciando que estas personas se encuentran en la zona y las autoridades están enteradas de lo que sucede", asegura el líder comunitario, quien además recuerda que ya en septiembre se presentó el asesinato de una persona por parte de paramilitares y que en 2013 varios miembros del Comité de Paz fueron retenidos por estos grupos. 

Aunque las razones para el incremento en el número de paramilitares que se encuentran en la zona no es del todo claro para Jaramillo, especula que puede estar relacionado con el proceso de paz con las FARC. "Desde que estos diálogos comenzaron hemos visto que estas personas han incrementado su presencia en el corregimiento, no sabemos si ha sido porque se han sentido intranquilos por las declaraciones del Gobierno de que combatirán a otros grupos delincuenciales", de igual manera informa que, al retirarse los grupos guerrilleros, han quedado espacios libres que los paramilitares han podido ocupar sin mayor resistencia.

Quizá lo más preocupante de la situación es que miembros de la Brigada XVII del Ejército se encuentran presentes en la zona y, sin embargo, hasta el momento no habrían hecho nada para garantizar la seguridad de los habitantes del corregimiento. "Nuestras denuncias son públicas y llegan a todas estas instituciones, desde el mes de octubre hemos publciado y presentado aproximadamente unas cuatro denuncias en el mismo sentido, hemos denunciado esto que está sucediendo, el Éjército es plenamente conocedor", asegura Jaramillo, quien explica que entre los miembros de las Fuerzas Armadas nacionales pareciera haber una omisión condescendiente hacia las acciones de los paramilitares, que amenazan la seguridad de los habitantes de San José de Apartadó.

En el 'delta' del conflicto armado

San José de Apartadó se encuentra ubicado en un punto historicamente estratégico para el narcotráfico en el departamento de Antioquia. Cercano al mar Caribe y a Panamá, representa una salida facil para la droga.

Su situación geográfica privilegiada ha significado para San José de Apartadó una maldición. Desde hace décadas la zona ha sido testigo de las disputas territoriales entre grupos narcotraficantes, paramilitares, guerrillas y el Ejército Nacional. 

Tristemente recordada es la llamada masacre de San José de Apartadó, cometida en febrero de 2005, cuando al menos 60 paramilitares llegaron a la población y mataron a varios campesinos a sangre fría. Entre los muertos se encontraban niños y sus padres, las víctimas no fueron asesinadas usando armas de fuego, por el contrario, fueron torturadas, decapitadas y desmembradas.

Mientras realizaban la masacre, los paramilitares fueron protegidos por la Compañía Bolívar del Batallón de Infantería Nº 47 adscrita a la Brigada XVII del Ejército, que permitieron que el crimen sucediera. Por esta razón se condenó al Estado como uno de los responsables de la masacre. 

Durante años el Gobierno insistió que las FARC habían sido las responsables de la matanza, sin embargo, en 2012 la corte constitucional dictaminó que el Ejército y el Ministerio de Defensa debían ofrecer disculpas a las víctimas.